VALÈNCIA. Un 47,7%, es decir, más de 1,6 millones de pymes españolas, necesitaron financiación en 2024. Ello supone una bajada de más de 6 puntos porcentuales en el número de empresas con respecto a 2023. Los datos proceden del ‘XIV Informe sobre Financiación de la Pyme en España’, que realiza la Confederación Española de Sociedades de Garantía (SGR-CESGAR). Según este, las líneas de crédito (21,3%); el préstamo bancario (18,4%) y las líneas ICO (15,5%) fueron los instrumentos financieros más utilizados por las pymes el año pasado seguidos por el crédito comercial (14,9%), el leasing (10,4%) y las subvenciones (6,5%). 

Sin embargo, pese a ser la banca y las entidades financieras las vías más socorridas, sostiene Eduardo Martínez, CEO y cofundador de Toqio, que la banca tradicional tiene problemas a la hora de promover el crédito a las pymes, entre otras cosas porque, aunque representen más del 99% de nuestro tejido empresarial, se trata de un colectivo muy heterogéneo con unas necesidades específicas de financiación que no pueden estandarizarse. 

El Open Wealth

Soluciones como la tecnología desarrollada por Flanks pueden servir de ayuda a las entidades financieras para evaluar riesgos y obtener una visión más clara de la situación financiera de sus clientes gracias a su software que conecta datos financieros complejos de cualquier tipo de activo y desde cualquier lugar del mundo. Su plataforma de agregación y análisis de datos financieros permite a las entidades tener una visión más completa y precisa de la salud financiera de las pymes, lo que facilita la evaluación del riesgo crediticio y la toma de decisiones sobre la concesión de préstamos. No obstante, aunque la orientación original de esta startup era la banca privada, de aquí el nombre de la empresa (la suma de flank y bank en inglés), al final han abierto el abanico a family offices y asesores financieros independientes. 

Hasta el año pasado, Flanks tenía conexión con más de 300 instituciones financieras internacionales y procesaba más de medio millón de carteras de inversión al mes haciendo uso de su API para servicios patrimoniales automatizado dentro de la tendencia bautizada como Open Wealth. Se basa ésta en un sistema donde los clientes tienen la capacidad de compartir de forma segura sus datos financieros (como inversiones, cuentas bancarias, préstamos, etc.) con terceros proveedores de servicios.

También Coinscrap Finance ofrece análisis de datos transaccionales teniendo en cuenta los principios de la economía del comportamiento haciendo uso de IA de salud financiera orientados a bancos y aseguradoras. Su tecnología permite a bancos y entidades financieras aprovechar el poder de la inteligencia artificial para segmentar clientes con precisión y mejorar así la oferta de productos y servicios, reducir costos operativos y aumentar la satisfacción del cliente.

Finanzas embebidas

En Toqio, por su parte, optan por otra tendencia, la que se conoce como finanzas descontextualizadas o embebidas. Consiste en ofrecer a las empresas la posibilidad de ofrecer servicios y productos financieros a sus clientes sin que sea este su core y sin necesidad de sacar a las bancos de la ecuación. Es lo que ofrecen ya, por ejemplo, soluciones como la de Weecover en el ámbito del Insurtech que permite a negocios de diferente calaña integrar la contratación de un seguro en los procesos de venta. Tanto vale un billete de avión, como la cobertura para el smartphone, una reserva de hotel o la compra de moto.

En Toqio, por su parte, ponen el foco en la financiación de las pymes. Se dirigen especialmente a grandes corporaciones, proveedores de la mayoría de las empresas de tamaño pequeño y mediano a las que tradicionalmente han financiado en momentos puntuales para asegurar su supervivencia.

La propuesta de Toqio es aprovechar ese conocimiento que tienen los grandes proveedores de las pymes que operan dentro de las distintas verticales con las que trabajan para convertirlos en lo que ellos denominan agente bancario 2.0 y poder así integrar en su oferta productos financieros a sus clientes, tales como cuentas, tarjetas, financiación, TPVs y un largo etcétera. Tampoco en este caso desaparecen las entidades financieras de toda la vida puesto que estas son al final las que autorizan la concesión de ese crédito pero amparándose en el conocimiento de esos agentes 2.0 para minimizar el riesgo. Para ello han desarrollado una plataforma de software como servicio que permite tanto a los bancos como a las corporaciones embeber distintos productos financieros de forma rápida, sencilla y personalizada.

Desintermeación 

Algo más conservadora es la propuesta de MytripleA, una plataforma de acceso a la financiación e inversión alternativa, como préstamos o factoring, donde se ponen en contacto a empresas que necesitan financiación de manera puntual con inversores particulares o institucionales dispuestos a prestar su dinero en mejores condiciones que un banco, de manera sencilla y rápida.

Sergio Antón, cofundador y CEO de MytripleA, define su valor diferencial como el ofrecimiento “a los inversores de un activo no cotizado que nosotros originamos y que no está accesible en el resto de los mercados, por tanto nuestro activo es único”. Históricamente, han financiado ya a unas 4.000 compañías, la mayoría españolas, y cuentan con alrededor de 9.000 inversores registrados en la plataforma.