VALÈNCIA. La jornada política de este miércoles vino marcada por las últimas informaciones relativas al 'caso Koldo', en concreto sobre José Luis Ábalos y Santos Cerdán, y la dura sesión de control vivida por Pedro Sánchez en el Congreso, que recibió gritos de "¡dimisión, dimisión!" por parte de la oposición y no pocos reproches de sus eventuales aliados.
Tal y como informó este diario, el terremoto político suscitado por el último informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil sobre Cerdán, hasta hace unos días secretario de Organización del PSOE y hombre de confianza de Sánchez, también acarrea graves consecuencias en las federaciones autonómicas, donde se palpa el nerviosismo ante el innegable desgaste que está sufriendo la marca debido a las informaciones sobre posible corrupción y comportamientos poco éticos por dirigentes que han sido próximos al presidente del Gobierno a lo largo de los últimos ocho años.
En el caso valenciano, las consecuencias políticas de este varapalo a Sánchez y su entorno se centran precisamente en las dos principales referentes del PSPV-PSOE, la ministra Diana Morant y la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, que además son las secretarias generales de la formación socialista en el ámbito autonómico y en la capital respectivamente.
Así, el ascenso de ambas dirigentes se ha producido bajo el paraguas de Sánchez. Morant, alcaldesa de Gandia, fue llamada en julio de 2021 para ser ministra de Ciencia en el Gobierno de España: desde entonces, se convirtió en la persona de confianza del presidente en la Comunitat Valenciana y, gracias a su respaldo, alcanzó la secretaría general del PSPV a principios del pasado año.
Por su parte, la proyección de Bernabé experimentó un crecimiento vertiginoso ante la tragedia de la Dana sufrida en la provincia de Valencia el 29O. El propio Sánchez se encargó en varias de sus comparecencias públicas tanto en La Moncloa como en el Congreso de alabar el trabajo de la delegada del Gobierno en los primeros compases de la crisis, lo que desembocó en su inclusión durante el cónclave del partido celebrado a principios de diciembre en un puesto destacado de la ejecutiva, concretamente al frente del área de Igualdad, 'número 4' en el organigrama.
Dos dirigentes, por tanto, que se han visto aupadas y apuntaladas por Sánchez como presente y futuro inmediato del PSPV, lo que las ha convertido en las máximas defensoras y representantes del presidente del Gobierno en la Comunitat. Prueba de ello es que, tal y como informó este diario, el Consell liderado por Carlos Mazón (PPCV) ha dirigido en los últimos meses sus principales ataques a Morant y Bernabé, calificándolas como las "delegadas de Sánchez" en la Comunitat, una estrategia basada en la confianza por parte de los populares de que la mimetización con el presidente del Gobierno podría socavar a las candidatas socialistas ante la ciudadanía.
Una teoría que, ahora, con el recrudecimiento de la crisis del PSOE, tiene más visos de realidad si cabe. Tanto Morant como Bernabé, a diferencia de otros dirigentes socialistas, tienen la obligación de defender la posición expuesta por Sánchez en los últimos días respecto a la reacción llevada a cabo ante la nueva fase del 'caso Koldo' y, lo que es peor para su posición, ante la amenaza de informaciones que apuntan a surgir de forma continua en forma de fascículos en los medios de comunicación.

- Morant y Bernabé, en la inauguración del congreso del PSPV de València. Foto: EP/Jorge Gil
Una situación incómoda que, además, diluye el escenario de acorralamiento que habían conseguido dibujar para el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, en la Comunitat Valenciana, por su gestión de la Dana. El estallido del 'caso PSOE' ha apartado el foco de la situación del líder del PPCV, que se enfrentaba estas semanas al posible relevo de su cargo, una opción que había ganado enteros en Génova de un tiempo a esta parte.
Sin embargo, esa posibilidad parece haberse pausado con la crisis abierta en la formación socialista. Los medios nacionales se centran ahora en las novedades del 'caso PSOE' y los ataques que surjan de Morant o Bernabé sobre Mazón en estos momentos dispondrán de una potencia inferior debido a la réplica más sencilla y a la propia envergadura de las informaciones que están apareciendo en medios nacionales sobre los dirigentes próximos a Sánchez.
Así pues, las dos dirigentes más próximas del líder socialista en la Comunitat Valenciana se encuentran 'atrapadas' precisamente por su lealtad al 'sanchismo', que en estos momentos cotiza a la baja tanto en lo que se refiere a la mirada de la ciudadanía pero también en el relato interno del partido. Un vuelco en los acontecimientos que ha pasado del mensaje reiterado por parte de Morant y Bernabé de solicitarle a Mazón la dimisión y un adelanto electoral; a recibir precisamente la misma exigencia por parte del presidente de la Generalitat hacia su jefe de filas.