VALÈNCIA. El futuro del Palau de les Comunicacions, que sigue sin un uso estable desde que fuera adquirido por la Generalitat Valenciana, sigue siendo objeto de debate. Cada vez más candente. La Comisión de Bienestar Social, Educación, Cultura y Deportes, celebrada este martes, debatía precisamente una moción presentada por Compromís en la que planteaba que el antiguo edificio de Correos se convirtiera en una biblioteca pública, un espacio que, además, acogiera distintos proyectos de ámbito comunitario o vinculados al emprendimiento, una propuesta que ha sido rechazada por Partido Popular y Vox.

Cabe recordar que, aunque desde el gobierno autonómico no se ha confirmado públicamente, el espacio sería la principal opción para acoger la colección de Sorolla de la Hispanic Society of America, un acuerdo entre ambas instituciones que todavía está por concretar en su forma y fondo pero que, tal y como avanzó el propio president, Carlos Mazón, durante su visita a Nueva York, permitiría que la “gran obra internacional de Sorolla venga a casa”. Si finalmente esta obra llega al Palau de les Comunicacions también supondría un cambio total de rumbo para un edificio que, tal y como anunció el propio Mazón y la alcaldesa de València, María José Catalá, iba a convertirse en un nuevo Museo Fallero. 

Parece que esta promesa, sin embargo, ha quedado finalmente en un cajón y el edificio de Correos será hogar temporal de los Sorolla y ni Museo Fallero ni, como propone Compromís, una gran biblioteca. En este sentido, el concejal de Compromís, Pere Fuset, ha explicado que la negativa a la propuesta “no solo han confirmado con palabras textuales que la promesa fake de un museo del Patrimonio Fallero se ha esfumado sino que todo apunta a que Catalá tampoco reclamará el edificio después de vender la moto durante dos años con la Generalitat”.

Cabe destacar que la propuesta de Compromís también reclamaba impulsar la ampliación del Museo Fallero de Monteolivete, “congelada”, explican desde el grupo, por la promesa de ese nuevo museo en la plaza del Ayuntamiento que finalmente no llegará. En este sentido, según señala Fuset, durante la comisión el equipo de gobierno habría reconocido que finalmente no se cederá el inmueble al Ayuntamiento para el museo festivo y el desconocimiento sobre los trabajos de adecuación del mismo. “El hecho de que ni tan solo haya una alternativa por parte del equipo de gobierno evidencia que Catalá no solo no tiene proyecto para el edificio, sino tampoco voz para definir su uso”, critica Fuset. 

Aunque todavía se desconoce la inversión económica que conllevará tanto el acuerdo con la Hispanic Society como los trabajos a realizar en el edificio de Correos, cabe recordar que el inmueble no está pensado para ser museo, con lo que se deberá adaptar a su nuevo uso. En esto ya hay una experiencia previa, pues el Palau de les Comunicacions expuso la Colección Lladró tras su adquisición por parte de la Generalitat, una muestra temporal para la que el gobierno realizó una millonaria inversión, unos trabajos que incluyeron la instalación de nuevos muros para colocar las obras, ocultar algunas entradas de luz o instalar máquinas humidificadoras para asegurar la buena preservación de las obras.