VALÈNCIA. España, reconocida como una de las grandes potencias citrícolas a nivel mundial, cuenta con una industria del zumo que aúna tradición y vanguardia. Cada vaso de zumo que se produce no solo refleja calidad y compromiso, sino también una apuesta firme por el bienestar, la innovación y la sostenibilidad en el ámbito agroalimentario.
Anualmente nuestro país transforma en zumo 100% exprimido alrededor de 1,2 millones de toneladas de naranjas y clementinas, que por diversos motivos (desequilibrios en la oferta y demanda, calibres no comerciales o defectos en la piel por fenómenos meteorológicos adversos) deben retirarse del mercado de fresco. Este papel de la industria como mecanismo regulador del mercado de fresco no solo permite valorizar la cosecha, sino que contribuye a reducir el desperdicio de alimentos y a fortalecer la sostenibilidad del sector citrícola al aprovechar al máximo los recursos disponibles.
No hay que olvidar que el sector citrícola español produce entre 6 y 7 millones de toneladas de cítricos anuales, lo que representa un valor de mercado de entre 4.000 y 4.700 millones de euros. Asimismo, se posiciona como un importante generador de empleo: más de 280.000 empleos directos, además de otros miles de empleos indirectos, que participan en las diversas etapas de la cadena de valor entre producción, recolección y manipulado. El peso del sector citrícola es incuestionable, tanto para nuestro sistema agroalimentario, como para la propia economía española. Al mismo tiempo, los cultivos cítricos desempeñan un papel clave en la lucha contra el cambio climático al actuar como sumideros de carbono, reduciendo los niveles de CO2 en la atmósfera y produciendo oxígeno.
En este sentido, como se comentaba, el rol de la industria del zumo es de suma importancia, ya que reintegra a la cadena de producción y distribución millones de toneladas de producción que, de lo contrario, se convertirían en residuos orgánicos. Un claro referente de economía circular, pues del cítrico se aprovecha todo: la pulpa para la industria alimentaria, la piel para la fabricación de aceites esenciales o las cáscaras sobrantes para elaborar pellets destinados a la alimentación animal.
Nada más que zumo. Nada menos que zumo.
Ante la importante función que cumple el zumo de naranja, el sector citrícola español ha lanzado recientemente un videojuego educativo para concienciar y explicar el valor que aporta el zumo de naranja natural 100% exprimido y la industria que lo hace posible.
El videojuego, disponible en www.nadamasquezumo.com, se enmarca en una iniciativa sectorial más amplia llamada “Nada más que zumo. Nada menos que zumo”, la cual se presentó públicamente hace unos días por parte de las organizaciones implicadas: el Comité de Gestión de Cítricos (CGC), Anecoop, Agriconsa y Zumos Valencianos del Mediterráneo (Zuvamesa). La iniciativa, que cuenta con el respaldo de la Generalitat Valenciana, nace para reivindicar el zumo de naranja 100% exprimido como alimento natural y saludable, así como el papel de la industria de transformación en zumo como actor clave del sector del cítrico. El objetivo es conectar con las generaciones más jóvenes y desmontar falsos mitos sobre el zumo de naranja natural, promoviendo hábitos de alimentación saludables basados en la evidencia científica.

- Foto: COMITÉ GESTIÓN DE CÍTRICOS
En un contexto como el actual, donde la desinformación presente en internet y redes sociales gana cada vez más terreno, alimentos como el zumo de naranja están en continuo riesgo debido a la confusión, los bulos o los mensajes sensacionalistas que circulan por las redes. Así pues, desde el sector han querido luchar contra de la desinformación de una forma constructiva: con divulgación veraz y atractiva, apoyada en la ciencia a través de una innovadora herramienta de concienciación como es un videojuego.
Un compromiso con el futuro
Cada vaso de zumo 100% exprimido refleja el trabajo de miles de agricultores, recolectores, procesadores y distribuidores que, junto con organizaciones como las mencionadas, trabajan incansablemente para mantener la excelencia de un producto que forma parte de nuestra cultura mediterránea, a la vez que refuerza el valor económico, social y medioambiental de una industria clave para nuestro país. Una industria centrada en seguir fortaleciendo su compromiso con la innovación y la sostenibilidad, explorando nuevas formas de reducir el impacto medioambiental, y promoviendo prácticas agrícolas más responsables.
Así, cada gota de zumo no solo nutre a quienes lo consumen, sino que también apoya un modelo económico sostenible, respaldo a las comunidades rurales que lo producen, y cuyo impacto socioeconómico vertebra el presente y el futuro de nuestro territorio.