Lamentablemente, hemos llegado a un punto en que se puede escribir toda una columna como esta con un tuit de Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea. Quizá tendría que haber empezado usando la palabra afortunadamente. No sé, hay veces que la lógica no está en el cajón donde la guardábamos y no siempre se la encuentra fácil. La jefa de Europa recibió ayer a los damnificados por la dana de octubre que dejó una cicatriz indeleble en Valencia. En su mensaje en la red X, colgado tras la reunión, que ha durado una hora, se declaró emocionada. “Les agradezco que hayan compartido sus historias”, afirmó. Aquí es donde empieza mi duda. Afortunadamente, la máxima autoridad continental ha escuchado, más de seis meses después, a los afectados y a sus familiares. Una reunión que no quiso mantener en València, quizá porque iba como representante de su partido al congreso del Partido Popular Europeo, y era consciente de que el apoyo debía partir de los despachos de Bruselas, tan al servicio de Paiporta, Catarroja y Picanya como de cualquier remota aldea letona, irlandesa o chipriota.
Lo de lamentablemente, como ya se imaginarán, gira en torno a que tanto Von der Leyen como su acompañante en el encuentro, Roberta Metsola, presidenta de la Eurocámara, han entendido que oír a Mariló Gradolí, Rosa Álvarez y Christian Lesaec, dirigentes de tres entidades de víctimas diferentes, era su obligación. Las dos políticas conservadoras saben que están, primero, al servicio de los ciudadanos. Y da igual que una provenga de la todopoderosa (o ya no tanto) Alemania y la otra de la minúscula Malta. En cambio, el PP valenciano, con Carlos Mazón al frente, no solo no los ha recibido, sino que ha intentado dividirlos, minimizarlos y ampararlos por afinidades personales. Lo del partido que no aporta una sola idea, que cuestionó e insultó, mejor ni lo comento. Hoy, en principio, está previsto que Esteban González Pons les dedique unos minutos, que llegarán, como mínimo, 24 horas más tarde que los empleados por una representación de eurodiputados de izquierdas encabezada por Leire Pajín, Sandra Gómez y Vicent Marzà.
Humbled to meet with associations of Valencia flood victims and their families.
— Ursula von der Leyen (@vonderleyen) May 13, 2025
I am grateful to them for having shared their stories.
The EU stands in solidarity, supporting recovery today and resilience for tomorrow.
This tragedy must guide our preparations for the future. pic.twitter.com/ec4uzEkXQ7
Como no cabe otra explicación para el ninguneo popular que el de que están en política para otros asuntos, prosigo con el tuit de Von der Leyen. “La UE se muestra solidaria y apoya la recuperación de hoy y la resistencia de mañana”, escribió. “Esta tragedia debe guiar nuestros preparativos para el futuro”, concluyó. En esta última frase, y en declaraciones que he ido leyendo y escuchando en diferentes medios, necesito leer que alguien a la derecha del arco parlamentario se toma en serio el cambio climático. Que hay conservadores que no lo utilizan como arma, como juego de niñas, como excusa para ganar votos. Necesito saber que el temporal de octubre servirá para acometer otras políticas de vivienda, de ordenación del territorio, de infraestructuras. Y hasta de educación, cultura o deportes, porque nunca ha existido un elemento tan transversal en la política como el calentamiento global, el efecto del progreso humano en la destrucción del planeta y la capacidad de ese mismo progreso humano para paliarlo, primero, y solucionarlo, después. Y cuantos más seamos en el campo de batalla, cuanta más Europa seamos capaces de agrupar, más preparados estaremos para dejar un mundo en condiciones incluso a los hijos de los negacionistas.
@Faroimpostor