VALÈNCIA. El cooperativismo valenciano alza la voz y reivindica su papel en la sociedad como generador de riqueza, igualdad y empleo de calidad. Y es que, aunque estas sociedades cuentan con una larga trayectoria, son unas grandes desconocidas entro del tejido empresarial. Sin embargo, su papel es fundamental en sectores como el agroalimentario o, incluso el financiero, porque generan valor y economía en el territorio, especialmente en zonas despobladas, muchas veces olvidadas por las grandes corporaciones. Por ello, con motivo de la declaración de este 2025 como el 2025 Año Internacional de las Cooperativas por la Asamblea General de las Naciones Unidas, este modelo busca visibilizarse.

Así se puso de manifiesto en una desayuno informativo organizado por Valencia Plaza, con el patrocinio de Caixa Popular, en el que participaron varias cooperativas para exhibir sus modelos de éxito y explicar cómo contribuyen al bienestar social y económico en el territorio. Una jornada en la que participaron el presidente de la Confederació de Cooperatives de la Comunitat Valenciana (Concoval), Emilio Sanpedro; la directora general de Caixa Popular, Alicia Soler; el director de relaciones externas de Consum, Javier Quiles; la CEO de Grupo Sorolla, Mayte Ramos; el presidente Coopelec, Jose Vicente Sais; el secretario autonómico de Empleo y director general de Labora, Antonio Galvañ; y la responsable del grupo de investigación de economía Agroalimentaria y cooperativismo del CEGEA (UPV), Elena Melia.

La jornada arrancó con la intervención de la directora general de Caixa Popular, Alicia Soler, quien destacó el papel del cooperativismo en el desarrollo sostenible y la reducción de la desigualdad. "Está en el propio ADN de las cooperativas", enfatizó. "El desarrollo sostenible está estrechamente relacionado con el empleo estable, un aspecto inherente a nuestra labor, ya que cuidamos la vida de las personas, con un impacto directo en la economía y en el bienestar de la sociedad", remarcó. De igual modo, defendió que la esencia del modelo se basa en un "reparto equitativo, la redistribución de la riqueza, la igualdad y el valor de las personas".

De igual modo, el director de relaciones externas de Consum, Javier Quiles, remarcó que en el propio origen del cooperativimo están los conceptos de sostenibilidad económica, social y ambiental. "Si la cooperativa no gana dinero, no reparte riqueza, que es su vocación", enfatizó. Respecto al tema social, subrayó que no hay mayor signo de igualdad que lo que promueve este modelo: una persona, un voto. "En una cooperativa se demuestra un reparto equitativo en función de la actividad, no del capital", apuntó.

La CEO de Grupo Sorolla, Mayte Ramos, expresó que una de las ventajas es que la adhesión a cualquier proyecto es "libre y voluntaria" y, por tanto, "cualquier persona que quiera formar parte y pueda aportar actividad puede unirse". Además, destacó que la gestión es democrática y la gobernanza se asienta sobre principios de "ética y responsabilidad", por lo que no están vinculados al capital y el eje y el centro siempre son las personas. "Eso nos lleva a tomar decisiones más éticas, pensando en la contribución al territorio para que siga creciendo y se empodere, lo que nos diferencia de las empresas del capital", subrayó.

En este sentido, la responsable del grupo de investigación de economía Agroalimentaria y cooperativismo del CEGEA (UPV), Elena Melia, comentó que un informe de la ONU de hace diez años que analizaba a nivel mundial el índice de progreso social de los países demostró que aquellos con mayor penetración de las cooperativas presentaban un mayor desarrollo social. Y ello, según resaltó, porque "existe una correlación por esos principios que rigen al cooperativismo", señaló.

Y es que, aunque el concepto de sostenibilidad se ha puesto "de moda ahora", como apuntó el presidente de la Confederació de Cooperatives de la Comunitat Valenciana (Concoval), Emilio Sanpedro, lo cierto es que las cooperativas llevaban ya años cumpliendo con esos valores, de los que ahora todo el mundo hace gala. Por ello, resaltó que al final se demuestra que la "economía tradicional ha venido a acoger los valores de las cooperativas" que desde el sector "no han sabido vender", admitió.

Por su parte, el presidente de Coopelec, Jose Vicente Sais, defendió el efecto que tienen en la economía local. "En nuestro caso, llevamos casi 100 años ejerciendo nuestra actividad y el impacto en la comunidad y en territorio es vital. No se puede hablar de desarrollo de un territorio sin las cooperativas porque corregimos desigualdades. Nosotros hemos ofrecido un servicio eléctrico que difícilmente hubiera llegado a esas zonas porque las grandes compañías ponen sus servicios en las grandes urbes porque es más rentable. Por tanto, difícilmente se puede entender el desarrollo sin las cooperativas", reivindicó.

Su papel en el empleo

Pero, además, un aspecto fundamental de este modelo es la generación de empleo estable. En este sentido, el secretario autonómico de Empleo y director general de Labora, Antonio Galvañ, resaltó la posición de las personas dentro de las cooperativas como la igualdad de voto, el fomento de las relaciones, y su participación. "Su principal recurso es la persona, que es propietaria, tiene sensación de permanencia y lucha por ella frente a una empresa que busca rentabilidad", afirmó.

Pero, además, resaltó que este tipo de sociedades son las que más empleo "sostenible y de calidad" generan, ya que en la Comunitat Valenciana están diversificadas en muchos sectores. Especialmente influyentes son en zonas despobladas, ya que contribuyen a la generación de trabajo y actividad por su proximidad con el territorio. Por ello, Galvañ expresó que desde la Generalitat Valenciana fomentar este modelo es una de las líneas de trabajo que tienen en marcha porque, a su juicio, "el empleo en las cooperativas es una de las soluciones a la despoblación".

"Generan actividad y las fórmulas del cooperativismo se acerca más a la sostenibilidad del proyecto económico que una SL", manifestó. No obstante, puso encima de la mesa uno de los grandes problemas: el desconocimiento que hay en la sociedad e, incluso, entre los propios prescriptores, como los notarios, que en ocasiones ignoran el modelo a la hora de asesorar en futuras creaciones de mercantiles.  

Desconocimiento del cooperativismo

Una cuestión que secundaron todos asistentes, que admitieron la necesidad de darle más visibilidades desde la infancia y las escuelas, además de en las facultades. De hecho, el responsable de Consum admitió que en los 37 años que lleva en la cooperativa, el panorama en este sentido no ha cambiado y existe una gran falta de conocimiento sobre sus ventajas y formatos entre los gestores administrativos y letrados, lo que impide que florezcan más sociedades bajo este modelo o que sea una opción a plantear por aquellos que emprenden nuevos negocios. No solo eso, sino que lamentó que muchas veces el legislador se "olvida de ellos" y se sienten "desprotegidos" por esa falta de seguridad jurídica.

Por ello, los asistentes reivindicaron la necesidad de poner en valor el derecho en cooperativas. "Existe un desconocimiento mayúsculo entre los prescriptores. Tenemos que empezar desde abajo, desde las escuelas, pero también en la universidad, que juega un papel fundamental", aseguró Sampredo. Una ignorancia que para Alicia Soler implica cierto "sesgo negativo" sobre la percepción que se tiene sobre este tipo de empresas, pese a tener grandes firmas tractoras como Consum o Caixa Popular.

También, existen otros escollos como las trabas administrativas que existen para montar una cooperativa, lo que también dificulta la creación de nuevas. Así lo expuso Sais, quien reclamó allanar el camino y poner más facilidades en los procedimientos y en el acceso al registro valenciano de cooperativas. Unos obstáculos de los que son conscientes desde la administración, ya que el secretario autonómico de Empleo entonó el 'mea culpa' y remarcó que se trabaja en una mejora del registro y en modernizar y facilitar para "no poner palos en la rueda", sostuvo.

Y más porque, como también se comentó, el cooperativismo es crucial tanto en épocas de crisis, porque resiste mejor al no haber intereses económicos de por medio, como de bonanza. "La decisión de hacer una cooperativa nace convencimiento propio con un liderazgo común y no personal, por lo que la visión es a largo plazo", enfatizó Ramos.

También, Melia, de la UPV, coincidió y señaló que son "un refugio" cuando las cosas van mal porque, pese a ello, por esa vocación y función social, siguen creando empleo sin priorizar los criterios económicos.