VALÈNCIA. El incremento de la tensión geopolítica mundial, pero especialmente en Oriente Próximo tras el conflicto abierto entre Irán e Israel, ha puesto en jaque, de nuevo, al comercio mundial. Los tambores de otra guerra suenan cada vez con más fuerza y muchos países ya se han aventurado a tomar en esta zona las primeras medidas como ha sido el cierre del espacio en países como Qatar. Una situación que lógicamente amenaza el negocio de muchas empresas valencianas, con relaciones comerciales con esta parte del mundo, sobre todo en sectores como el cerámico, la maquinaria mecánica o el mueble, que en 2024 concentraron el grueso de las exportaciones de la Comunitat a estos mercados árabes.
Así consta en el informe 'Relaciones comerciales de la Comunitat Valenciana y Oriente Medio Implicaciones del conflicto bélico Israel-Irán', elaborado por Cámara Valencia, que refleja que las exportaciones e importaciones valencianas con países del Oriente Próximo sumaron 1.516 millones de euros, el 4,2% de las relaciones internacionales de la región en 2024. Sin embargo, cierto es que en los dos últimos años ha habido una contracción, y algunos mercados se han situado por debajo de los niveles de 2019, tras el impacto de las tensiones políticas y militares, pero siguen siendo un destino importante para muchas compañías.
Los principales mercados de exportación de la autonomía valenciana son Arabia Saudí, Israel y Emiratos Árabes Unidos, que absorben el 72% de las ventas valencianas en dicha zona. En cambio, Líbano, Jordania, Kuwait, Omán o Qatar se han deshinchado notablemente en los dos últimos ejercicios. En cualquier caso, entre enero y abril de este 2025, las exportaciones valencianas a estos destinos llegaron a los 402,1 millones de euros, un 7,6% más. En 2024, alcanzaron los 1.171,3 millones de euros.
Principales productos exportados
En concreto, los productos cerámicos son los más expuestos a una posible guerra, ya que sus ventas a estos mercados suponen un tercio de las exportaciones valencianas en Oriente Próximo. Así, entre enero y abril de este 2025, las exportaciones de este sector alcanzaron los 125, 2 millones de euros, un 8,5% más. Le siguen los aceites de petróleo, con 41,1 millones de euros de ventas, un 73% más; y la maquinaria y aparatos eléctricos, con ventas por valor de 23 millones, un 22,6% más, ya que mantienen una elevada demanda en países como Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Bahréin, según los datos de Cámara Valencia.
También, existen notables riesgos para el mueble, que, en los primeros cuatro meses del año, exportó a esta zona 14,5 millones de euros; mientras que el tanino y los esmaltes rozaron los 13 millones; los materiales plásticos, 12,9 millones; las conservas de verduras y frutas, 12,7 millones; y el calzado, con ventas por valor de 11,3 millones. De hecho, los alimentos procesados de la industria agroalimentaria valenciana han registrado un notable incremento en los mercados árabes, mientras que los alimentos frescos han retrocedido de forma significativa. Por su parte, Cámara señala que las exportaciones de bienes de consumo, como muebles, calzado, automóviles y textil, también han descendido, presionadas por la incertidumbre y la competencia asiática.

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Por su parte, tres cuartas partes de las importaciones valencianas desde Oriente Próximo corresponden a materias primas o productos intermedios para la industria local, y casi el 40% son productos químicos o derivados del petróleo. En la cadena de suministros de la industria valenciana, las materias primas más afectadas son polímeros, aluminio en bruto, nitratos e hidrocarburos cíclicos. El producto importado con mayor dependencia del mercado iraní es el azafrán, del que este país es el principal productor mundial. Así, en 2024 las importaciones valencianas alcanzaron los 344,6 millones de euros.
A nivel energético, el aprovisionamiento de crudo de la Comunitat procedente de estos mercados se ha reducido en favor de otros proveedores como Kazajstán, Angola, Guinea Ecuatorial, Guayana o Brasil. No obstante, la industria valenciana sigue expuesta a las subidas de precios internacionales, lo que puede traducirse en un aumento de costes y, a medio plazo, en precios finales más elevados.
Incertidumbre y volatibilidad
En cualquier caso, lo que está claro es que la escalda bélica provoca incertidumbre y volatibilidad en los mercados, lo que ralentiza la economía porque "genera paralización o retrasos de las operaciones comerciales, así como un descenso de la confianza de los consumidores y menor demanda de consumo", recuerda la entidad que preside José Vicente Morata.
También, dificulta el transporte y encarece las cadenas de suministro, afectando a la distribución de productos perecederos y a la industria química y de materias plásticas. El tránsito marítimo por el Canal de Suez y el Golfo Pérsico continúa bajo riesgo, una situación que repercute negativamente en los ingresos de los países del Mar Rojo y en sus proyecciones de crecimiento económico.
Además, la cadena de suministros de productos derivados de la industria petroquímica podría verse afectada, tanto por la logística como por el aumento de costes. En el caso de la Comunitat Valenciana, la dependencia de los mercados de Oriente Medio es reducida en la mayor parte de los principales productos importados, dado que el aprovisionamiento está bastante diversificado.
No obstante, desde Cámara también inciden en que todo conflicto armado implica nuevas necesidades de los países afectados, que en su mayor parte han de venir del exterior como son materiales para la reconstrucción de las zonas dañadas, productos alimentarios, bienes de equipo...Se trata, por tanto, de "nichos de oportunidad para la empresa exportadora valenciana a medio y largo plazo", apunta el informe. De hecho, durante los primeros cuatro meses del año, las exportaciones valencianas a Israel han experimentado un incremento del 38%, siendo los productos cerámicos y esmaltes, materiales de construcción, mobiliario y productos alimenticios, los que en mayor medida han aumentado las ventas.