VALÈNCIA. Tragsa ha comunicado a la Conselleria de Educación que esta misma semana finalizarán los trabajos de reparación pendientes en el CEIP Blasco Ibáñez de Beniparrell tras la Dana que asoló decenas de municipios de la provincia de Valencia el pasado mes de octubre. De esta manera, este centro educativo pasará a una segunda fase centrada en la puesta a punto de las aulas y del mobiliario con vistas a arrancar el curso el próximo mes de septiembre. 

Durante estas semanas se han llevado a cabo tareas de reposición de muros y de pavimentos, así como de reparaciones en parte del vallado, de la caldera de la calefacción. También se han reforzado los pilares y las vigas del sótano y se ha llevado a cabo una reparación de revestimientos y carpintería en baños y almacén. En la parte exterior, además de las acciones comentadas, se ha llevado a cabo el desbroce y la limpieza de lodos. 

Así consta en una respuesta de la Conselleria de Educación al grupo Socialista en Les Corts firmada por el subdirector general de Infraestructuras Educativas, Román Grisolía, a la que ha tenido acceso Valencia Plaza. Este documento señala que la fecha en la que se prevé que terminen estas actuaciones es el próximo lunes. No obstante, desde la Conselleria de Educación explican a este periódico que desde Tragsa se les ha comunicado que "esta semana estarán finalizados los trabajos", aunque no ha habido una concreción sobre el día exacto. 

De esta manera, la reconstrucción de este edificio concluirá siete meses después desde la riada que dañó seriamente el espacio y que obligó a sus 130 alumnos a desplazarse hasta Silla para mantener la docencia. El alumnado de este centro fue desplazado tras la Dana a dos colegios de la localidad vecina de Silla: los estudiantes de Educación Infantil, al CEIP Virgen de los Desamparados; y los de Educación Primaria, al CEIP El Pati. El servicio de traslado del alumnado fue adjudicado por vía de emergencia a la gallega Monbus, tal y como publico Valencia Plaza.

Lo cierto es que el servicio de transporte ha sido uno de los grandes caballos de batalla para las familias de este centro, que a comienzos de mayo denunciaron públicamente una serie de problemáticas que venían arrastrando con la empresa concesionaria y que no habían sido resueltos hasta la citada fecha. Las familias llevaron a cabo una serie de protestas semanales en las que incluso cortaron la vía principal de este municipio de l'Horta Sud. No obstante, semanas después la situación es distinta: "Desde que nos empezamos a concentrar, la situación ha mejorado, pese a los retrasos comunes", indica a este periódico Elisabeth García, presidenta del Ampa de este centro.

No obstante, y a pesar de los avances que se han producido en las últimas semanas, García pone de relieve que el servicio de autobús para el transporte del alumnado hacia la localidad de Silla se mantendrá hasta final de curso en horario de invierno, pese a que durante este mes las clases terminan antes con motivo del nuevo horario de verano. Una situación que, según relata, se produce por falta de acuerdo entre la empresa concesionaria y la Conselleria de Educación sobre la adaptación de los autobuses al nuevo horario.

Respecto a las obras llevadas a cabo, García explica que, "en principio, está todo bien", aunque le preocupan unos sanitarios que se han mantenido tras la Dana y que puede que den problemas en el futuro al haber estado llenos de barro. No obstante, reclama a la Conselleria de Educación que se facilite al centro educativo "el informe de que esté todo correcto". Una vez terminen las obras, García explica que el próximo paso es la adecuación del interior. Una vez concluidas las obras, el próximo paso es el de la adecuación del interior del edificio, que sufrió robos durante las pasadas Navidades. "Queda un junio y un julio largo", expresa la presidenta del Ampa de un centro educativo que volverá a retomar la actividad docente el próximo mes de septiembre.

115 centros afectados y una factura de 140 millones

Cabe mencionar que, según el balance llevado a cabo por la Conselleria de Educación, la Dana afectó a un total de 115 centros educativos de una veintena de municipios, lo que provocó que cerca de 49.000 estudiantes se quedaran sin poder asistir a sus clases de manera habitual. Siete meses después, apenas quedan 15 centros con alumnado desplazado a otros enclaves y desde la Generalitat se prevé que todos los estudiantes arranquen el próximo curso en sus respectivos centros educativos, a excepción de los de ocho centros que tendrán que ser reconstruidos en su totalidad y que se situarán en aulas prefabricadas de manera provisional. 

El Consell estima en 140 millones de euros el coste de recuperar todas las infraestructuras educativas afectadas por este episodio. En este sentido, calcula que será necesaria una inversión de 70 millones de euros, a la que cabe sumar los gastos en reparar otros centros dañados (26,7 millones), aulas prefabricadas (11 millones), limpieza de espacios, mobiliario, así como en el servicio de transporte y comedor que se ha ofrecido durante este curso escolar al alumnado desplazado.