VALÈNCIA. Las unidades de detección precoz en el ámbito escolar puestas en marcha por la Conselleria de Sanidad han superado el millar de niños y jóvenes atendidos hasta la fecha. Estas infraestructuras se han ido poniendo en marcha desde el pasado mes de noviembre, cuando arrancaron su actuación en la provincia de Valencia, concretamente en los departamentos de salud con mayor afección por la catástrofe de la Dana. Tras ello, se amplió la cobertura al resto de la provincia y, posteriormente, se llegó a las provincias de Alicante y Castellón entre los meses de marzo y mayo.
En concreto, un total de 1.040 usuarios de la Comunitat Valenciana han pasado por estas unidades, que están formadas por 56 psicólogos. Cabe mencionar que las unidades de detección precoz son una iniciativa que la Conselleria de Sanidad desarrolla de forma conjunta con la Conselleria de Educación, aunque los profesionales no son psicólogos educativos, sino psicólogos de los servicios de Salud Mental de los diferentes departamentos de salud. Una forma de proceder que desde el departamento que dirige Marciano Gómez enmarcan en que de esta manera "se consigue una mayor rapidez en la atención de los casos" al evitarse "derivaciones innecesarias".
Tal y como explicó a comienzos de año el director general de Salud Mental y Adicciones, Bartolomé Pérez, estas unidades están enfocadas en la detección de los casos de salud mental en los centros escolares con un criterio clínico y dar "una respuesta inmediata". El objetivo, relató, es que "en 24-48 horas el centro pueda contar con un psicologo clínico y poder iniciar así el protocolo correspondiente".
Las funciones de estas unidades, por tanto, son diversas y abarcan desde la prevención y promoción de la salud mental infanto-juvenil hasta el seguimeitno del alumnado con trastornos mentales de alta complejidad. En este sentido, según Sanidad, desde estas infraestructuras se detectan las necesidades psicológicas de niños y adolescentes para minimizar el impacto de posibles dificultades emocionales y prevenir el riesgo de patologías futuras. También se interviene en casos de afectación emocional significativa; se evaluan las demanda del alumnado que recogen los profesionales de los centros educativos; se favorece la inclusión escolar de los usuarios que han recibido tratamiento en un centro hospitalario o en las Unidades de Salud Mental Infanto-Juvenil.
Además, se asesora en la prevención de trastornos psicológicos a largo plazo y se realiza apoyo logístico y supervisión del sistema de vigilancia epidemiológica de salud mental en los centros escolares. Este modelo de unidades, según indican desde la Conselleria de Sanidad, únicamente dispone de un antecendente en España. Se trata de la Comunidad de Madrid, que, no obstante, tiene limitado este servicio a 119 centros escolares, mientras que en la Comunitat Valenciana "la oferta asistencial es universal" y dirigida "a todos los centros educativos".