Entrevista

Mercados

"Estamos entrando en empresas muy importantes de la Comunidad Valenciana, que gana peso en el grupo"

Entrevista a Bernabé Sánchez-Minguet, presidente de Banco de Crédito Social Cooperativo (BCC-Grupo Cajamar)

  • Bernabé Sánchez-Minguet.
Suscríbe al canal de whatsapp

Suscríbete al canal de Whatsapp

Siempre al día de las últimas noticias

Suscríbe nuestro newsletter

Suscríbete nuestro newsletter

Siempre al día de las últimas noticias

VALÈNCIA. Hace poco más de una semana, el consejo de administración de Banco de Crédito Social Cooperativo (BCC), cabecera de Grupo Cooperativo Cajamar, nombraba presidente a Bernabé Sánchez-Minguet (Requena, 1961) en un movimiento que supone el primer relevo en la presidencia de la entidad desde su creación en 2014. Tras ser escogido, y en conversación con Plaza, Sánchez-Minguet explica que espera aportar su “granito de arena” para mejorar la gobernanza del grupo, un asunto clave puesto que son dieciocho las cajas rurales que lo conforman y a las que “hay que servir y potenciar para que cumplan sus objetivos”.

Con una trayectoria estrechamente vinculada a la banca cooperativa española, Sánchez-Minguet ha desarrollado toda su carrera profesional en CajaCampo, Cajamar Caja Rural y Banco de Crédito Social Cooperativo. En este sentido, recalca que la entidad que ahora preside, que superó los 58.000 millones de euros en recursos gestionados en 2024, está firmemente comprometida contra la exclusión financiera, así como que el 43,5% de su red “está en localidades de menos de 10.000 personas”. Una situación que no impide que el grupo gane también terreno en operaciones con grandes empresas, banca privada o fondos de inversión. De hecho, en la Comunidad Valenciana, de la nueva financiación empresarial concedida en 2024, más de un tercio fue para compañías de gran tamaño.

Pese a que el nuevo presidente de BCC no cree que la posición de la Comunidad Valenciana dentro de la entidad haya influido en su nombramiento, dado que el grupo “es muy poco dado a fijarse en territorios”, sí reconoce que dicha autonomía, a la que define como “una tierra con muchas posibilidades”, tiene una gran relevancia. “Estamos entrando en empresas valencianas muy importantes, y eso hace que gane peso dentro del grupo”, sostiene. Además, y sobre la situación de concentración que se aprecia en la banca, argumenta que el sector de las cooperativas de crédito “está bastante estable” y que los grupos que lo conforman deberían buscar “líneas de colaboración y desarrollo común”. “Es importante que una cooperativa esté arraigada a su territorio, que aporte valor, pero eso se tiene que traducir en volumen”, enuncia.

 

- Es la primera vez que el Banco de Crédito Cooperativo cambia de presidente desde su creación en 2014. ¿Qué significa asumir este relevo?

 

- Supone un profundo agradecimiento a los accionistas y al Consejo de Administración por depositar su confianza en mí, y una responsabilidad enorme. La gestión de mi predecesor ha sido excelente y quisiera estar a su altura durante los años que tenga el honor de ser presidente. Trataré de aportar mi granito de arena para mejorar la gobernanza del grupo, que al final es muy importante, porque tenemos dieciocho cajas rurales a las que hay que servir y potenciar para que cumplan sus objetivos.

 

- ¿Cómo valoras el desempeño del banco tras más de una década? ¿Se han cumplido los principales objetivos?

 

- No soy objetivo porque he sido ejecutivo del grupo hasta hace nada, pero ahí están las cifras. Empezamos con una situación muy complicada en la época de la crisis financiera y hoy estamos con un ROE del 8%, generando muy buenos resultados y lo que es más importante: con una percepción de una buena calidad de servicio por parte del cliente. Somos una cooperativa de crédito, los resultados son muy importantes, pero lo que nuestros socios demandan es un buen servicio y que les ayudemos a ser competitivos en sus respectivos mercados. Yo creo que lo hemos conseguido.

 

- Ahora se abre una etapa en la que habrá nuevos retos y prioridades. ¿Cuáles van a ser las líneas estratégicas?

 

- Tenemos nuestro plan estratégico 2025-2027, que pretende reforzar al grupo como líder de la banca cooperativa en España. Nuestra misión es la de contribuir a las soluciones financieras y al desarrollo económico, que siempre va ligado, y al progreso de socios y clientes. Y para 2035, que es el horizonte en el que está englobado este plan, el objetivo es afianzarnos como grupo líder y como referentes del sector agroalimentario de España.

 

Para nosotros es muy importante poner de manifiesto que estamos muy comprometidos con evitar la exclusión financiera. Estamos dando cobertura a más del 10% de los municipios en riesgo de exclusión de España, aquellos con menos de 5.000 habitantes, y el 43,5% de nuestra red está en localidades de menos de 10.000 personas. Es una de nuestras señas de identidad.

 

- ¿Se plantean también líneas estratégicas en otros sectores más allá del agroalimentario y de las zonas rurales?

 

- Sí. Sin perjuicio de lo anterior, estamos operando con grandes empresas, creciendo mucho en banca privada, banca personal o fondos de inversión. Tenemos acuerdos con importantes gestoras de inversión colectiva. Un tercio de la inversión la tenemos en hipotecario residencial y nuestro objetivo es tener otro tercio en economías domésticas y otro en empresas grandes. Este año, en financiación nueva empresarial, hemos crecido en unos 17.500 millones de euros, de los que el 42,5% son del sector agroalimentario, un tercio de grandes empresas y el resto de pequeños negocios y emprendedores.

 

- ¿Cómo se equilibra la cercanía de las cajas rurales con la banca digital?

 

- Pues muy bien, estamos creciendo mucho en clientes de banca digital, ahora mismo tenemos 1,2 millones. Contamos con una línea de banca que es únicamente online y con otra línea que es de atención personal para, por ejemplo, la gente de determinada edad que necesita un apoyo específico y no son expertos en tecnología. Eso es lo que nos lleva muchas veces a mantener la red, además de por cuestiones de exclusión financiera. Tenemos oficinas en toda España, la última la hemos abierto en San Sebastián. Cada vez más, se convierten en espacios donde encontrar valor, asesorar y buscar aquello que requiere de una presencia experta.

 

- ¿Hay previstas más aperturas o se da por consolidada la red con la nueva oficina de San Sebastián?

 

- Seguiremos abriendo oficinas. Hubo una etapa de contracción, que no tanto de salida de municipios, porque con la banca online y los autoservicios se necesitaban menos visitas continuadas. Ahora lo que hacemos es seleccionar localidades para las nuevas aperturas, y nuestra referencia es el mundo agro: intentamos abrir allí donde tenga un fuerte componente. Lo primero eran las grandes capitales y estamos ya en todas, y ahora vamos a abrir, con Cajamar, nuevas oficinas en Madrid, Barcelona y Zaragoza, y también en Vilagarcía de Arousa (Pontevedra) y Los Palacios (Sevilla).  Además, hemos reforzado las oficinas móviles. Esta red ayudó mucho a dar servicio tras la Dana y a atender a municipios donde otras entidades no abrían. También tenemos cajeros desplazados en localidades en las que no hay nadie, para que puedan tener servicios de banca de alguna manera.

 

- Las oficinas móviles, entonces, jugaron un papel relevante es a la hora de dar cobertura a las personas que se quedaron sin su oficina con la Dana.

 

- Sí, con la Dana nos volcamos. Cuando vienen los momentos difíciles ves el compromiso de todo del equipo humano, y te sientes orgulloso de la institución. Ya con la pandemia, al ser la banca sector esencial, hubo gente que se jugó salud yendo a trabajar todos los días, y me sabe muy mal que no se haya reconocido al sector financiero en general y a su red de oficinas. Respecto a la Dana, yo estaba en Requena, donde afectó sobre todo a infraestructuras públicas y no tanto a la población, pero en Utiel, que está al lado, sí que afectó mucho. Allí, pese a no tener línea, Cajamar abrió desde el principio y la plantilla entera asistió a la oficina y dispensaba efectivo a clientes.

 

El cooperativismo de crédito también está para comprometerse con su entorno, porque son nuestros propietarios. Todo el equipo de la caja, también de Madrid, Almería y otras ciudades, se volcó para atender a la gente. Los propios empleados limpiaban sus oficinas para tratar de recuperarlas, y ese componente humano quiero destacarlo porque es lo que nos hace fuertes como organización.

 

- ¿Evoluciona bien el modelo cooperativo frente al bancario tradicional?

 

- Muy bien. Por hablar de nuestro modelo, tenemos dieciocho cooperativas de crédito y Cajamar es la más grande con diferencia, pero individualmente cada una tiene sus órganos de gobierno y su entorno, sus empleados y sus socios y clientes. Todas ellas se unen y crean un banco que marca las políticas del grupo y mide la eficiencia y el desempeño de cada una. El modelo es absolutamente cooperativo: ponemos en común todos los ingresos y gastos, te diría que el nuestro es el modelo más integrado de Europa. Una caja pequeña del grupo puede dar el mismo volumen de financiación que la propia Cajamar.

 

- ¿En qué cifras se mueve ahora el Banco de Crédito Cooperativo tanto en España como en la Comunitat Valenciana?

 

- Los recursos gestionados en 2024 llegan a 58.000 millones en números redondos. Los hemos incrementado un 10,8%, han crecido tanto los que están en balance, que son los depósitos, como los de fuera de balance, muchos de los cuales vienen de la actividad de banca personal y banca privada. Tuvimos unos beneficios de 326 millones por la mejora de los márgenes de negocio. Los tipos de interés evidentemente han ayudado, pero también está la mayor actividad en fondos de inversión, que nos ha mejorado el margen no financiero. En cuanto a la inversión crediticia, sumó 38.584 millones de euros, un 4,3% más que en el año anterior.

 

En la Comunidad Valenciana, de la nueva financiación al sector empresarial y agroalimentario el 35,4% se destinó a grandes empresas; el 27,5% al sector agroalimentario; el 25,2% a pequeños negocios; y un 11,9% a pequeñas y medianas empresas.

 

La previsión es que este año superemos al anterior, aunque los tipos estén ya en una línea de bajada. El primer trimestre de 2025 lo hemos cerrado con 91 millones de euros en beneficios después de impuestos, y hemos incrementado en los últimos 12 meses la inversión crediticia en un 5,3%. En el sector agroalimentario, estamos en una cuota de mercado del 15,4%, y en cuanto a los recursos gestionados minoristas, en lo que llevamos de año, se ha crecido un 11,1%.

 

- La Comunitat Valenciana tiene un peso importante dentro del grupo. ¿Tiene eso que ver en la designación como presidente de Bernabé Sánchez-Minguet?

 

- Sinceramente, no lo creo. Este es un grupo muy poco dado a fijarse en territorios. El presidente de Cajamar, que es la entidad más grande y la líder del grupo, y también la que me propone a mí para liderar el BCC con el respaldo de las cajas valencianas, tiene un presidente gallego y un director canario, pese a que su sede está en Almería. Aunque sí es verdad que la Comunidad Valenciana tiene un peso muy importante. Tenemos una tierra con muchas posibilidades en el tejido empresarial, y estamos recibiendo una respuesta muy positiva del mismo. Estamos entrando en empresas valencianas muy importantes, y eso hace que gane peso dentro del grupo.

 

- ¿Gozan de buena salud las cajas rurales de la Comunitat Valenciana?

 

- De muy buena salud. De las que están en nuestro grupo solo puedo hablar fenomenal: están aportando volumen, clientes, cultura y valores. Insisto, no me fijo únicamente en los resultados, que son muy importantes, sino también en la capacidad de dar servicio, de competir. Las cajas locales operan en un entorno más cercano, las grandes tienen otro tipo de mercado, pero en todas ellas veo un buen desempeño.

 

- Dado que el sector agroalimentario es fundamental para el grupo, ¿cómo se está viviendo la incertidumbre arancelaria y comercial?

 

- La geopolítica está generando mucha incertidumbre en todos los sectores. De todas maneras, el peso de Estados Unidos no es tan relevante en muchas áreas valencianas. Afectará seguro, y puede que también indirectamente, porque el mercado se estrechará, pero tenemos un tejido muy acostumbrado a las vicisitudes y los valencianos siempre hemos sido gente emprendedora que sabe vender el producto. Nos hará probablemente más fuertes, más resilientes también, pero impacto evidentemente tendrá, veremos cómo acaba. Entidades como la nuestra y el resto de cajas rurales estaremos apoyando.

 

- La banca es un sector cada vez más concentrado. ¿Se ve este escenario como una oportunidad desde el punto de vista de las cooperativas?

 

- Yo creo que el sector de las cooperativas de crédito está bastante estable. De una manera muy resumida, habría dos grandes grupos y un tercero, Solventia, más pequeño pero excelente. El asunto no es tanto que una entidad se pase o no de grupo, sino que hablemos entre nosotros y busquemos líneas de colaboración y desarrollo común. En España, la cuota de mercado de las cajas rurales y las cooperativas de crédito está en el 10% mientras que en Francia tienes a tres grupos con el 63%. No digo que haya que cambiar el modelo y que haya menos cooperativas, pero sí que se busquen formas de integración más eficientes. Es importante que una cooperativa esté arraigada a su territorio, que aporte valor, que los socios y clientes se sientan propietarios, pero eso se tiene que traducir en volumen. Aquí tenemos, yo creo, mucho camino por recorrer y una oportunidad excelente.

 

- ¿Enfrentan las entidades financieras un exceso de burocracia en Europa que se debe simplificar?

 

- Las entidades financieras europeas hemos presentado toda una serie de reflexiones sobre la regulación. Opinamos que tenemos bastante camino por delante en cuanto a la simplificación, que no la desregulación. Somos entidades de interés público y es necesario que se supervise, no hay ninguna duda, pero sí que quizás se podría ordenar un poco mejor. Sería muy deseable que se simplificara sin perder regulación.

 

- Has estado muchos años vinculado al grupo Cajamar. ¿Cómo has vivido desde dentro su evolución?

 

- El sector en general ha sufrido una transformación enorme. Nos hemos adaptado a todo: a un entorno de tipos bajos, de tipos negativos y de tipos mejores, a una crisis, a otra, a las cláusulas suelo… ¿Cómo he visto la evolución? Pues extraordinaria. El sector se ha modernizado a todos los niveles, pero yo me quedo con la base, con el compromiso de una comunicación directa entre altos directivos y compañeros de la red de oficinas. Ellos son los protagonistas del trabajo. Esto se trata de clientes que confían en personas, la confianza es el valor más importante que tiene la banca.

Recibe toda la actualidad
Valencia Plaza

Recibe toda la actualidad de Valencia Plaza en tu correo

OSZAR »